En un práctico local de la Rotxapea, donde el tránsito vecinal se mezcla con el movimiento de autónomos y repartidores, se encuentra Eco Navarra, una empresa que lleva más de veinte años demostrando que la especialización y la honestidad pueden resistir cualquier cambio de ciclo. Su historia es la de un oficio aprendido con paciencia, de una fidelidad inusual a un modelo de negocio y de una capacidad de adaptación que hoy es más necesaria que nunca.
Al frente está Roberto Sánchez, fundador y alma del proyecto. Hombre cercano, de tono directo y trato sencillo, repasa su trayectoria sin adornos: “Empecé con un amigo. Trabajé un año con él y aprendí el oficio, todo en general: registrar tóneres, cartuchos, atender clientes, mover mercancía…”. Cuando aquel socio cerró su negocio, Roberto dio un paso inesperado pero decisivo: compró una parte de la empresa, incluida una tienda, y comenzó a caminar por su cuenta. “Así empezamos, y así llevo muchos años”, recuerda casi con sorpresa, como si el tiempo hubiese pasado más rápido de lo previsto.
Desde 2004 opera bajo el nombre Eco Navarra, una referencia asentada en Pamplona y en toda la comarca. Primero en Burlada, luego en una nave de Mutilva y finalmente en la Rotxapea, el negocio ha ido evolucionando, probando formatos y consolidando una clientela fiel. En sus mejores años llegó a tener varias tiendas, incluida una en el Ensanche. Pero la pandemia, los cambios en el consumo y la competencia llevaron a Roberto a reenfocar esfuerzos y concentrar el servicio. “Nos hemos mantenido fieles a lo que somos. Esa fidelidad es lo que nos ha mantenido aquí”, afirma.
Un negocio que nació para cubrirlo todo… dentro de su mundo
Eco Navarra ofrece consumibles de impresión —tóneres, cartuchos de tinta, originales y compatibles— para prácticamente cualquier modelo de impresora. Esto, que parece sencillo, exige un conocimiento minucioso y una actualización constante. Pero su catálogo va más allá: periféricos, accesorios informáticos, ordenadores, actualizaciones, cables, cargadores, teclados, ratones y una amplia gama de productos que completan el ecosistema tecnológico del hogar y de la empresa.
También realizan copias, impresiones de documentos enviados por los clientes y pequeñas instalaciones, desde conectar equipos en red hasta preparar entornos de trabajo en oficinas. “Hacemos un poco de todo”, resume Roberto. Lo que no hacen —y lo dice sin rodeos— es reparar móviles. Lo intentaron en su día, pero la complejidad técnica y la enorme competencia les hicieron abandonar ese frente. “Eso es un Cristo. Demasiada competencia. Vendemos, pero reparar ya no”.
Más allá de los productos, el verdadero corazón de Eco Navarra está en el servicio técnico. Reparan ordenadores, revisan impresoras, configuran equipos y mantienen operativos los sistemas de particulares y empresas. Y aquí aparece uno de los rasgos diferenciales que, según Roberto, les ha permitido destacar en un mercado cada vez más ajustado: el servicio técnico gratuito para sus clientes.
Servicio técnico gratuito: la decisión que marcó una diferencia
“Es lo que nos ha hecho diferentes a la competencia”, afirma. Mientras muchas tiendas optaron por cobrar desplazamientos, diagnósticos o mano de obra, Eco Navarra decidió integrar ese servicio en la experiencia de compra. Para particulares, la condición es sencilla: traer la impresora o el equipo a la tienda. Para empresas, en cambio, la atención es a domicilio y disponible las 24 horas.
En un mercado donde la fiabilidad del cartucho compatible ha sido objeto de debate, esta política se convierte casi en un seguro de confianza. “Si tienen un problema, estamos ahí. Les cambiamos el cartucho, revisamos la máquina… lo que toque”, explica. Incluso gestionan residuos, emiten certificados y se encargan de recoger los cartuchos vacíos para empresas que así lo solicitan.
También para los particulares existen incentivos adicionales: una tarjeta que se sella con cada compra hasta llegar a seis, momento en el que pueden obtener descuentos o regalos; un 10 % para personas desempleadas y, a partir del próximo año, otro 10 % para jubilados. “Mucha gente mayor viene, nos lo han pedido, y lo pondremos”, adelanta Roberto.
La fidelidad al oficio como seña de identidad
Con el paso del tiempo, el sector de la impresión ha experimentado una transformación radical. La digitalización administrativa, la facturación electrónica, el uso masivo del móvil como sustituto del papel y la automatización en empresas de logística o cadenas de producción han reducido de forma drástica la impresión diaria. “Esto tiene un fin”, dice Roberto sin dramatismo, pero con total convicción.
Esa frase podría sonar derrotista en otros labios, pero él la enuncia como quien ha observado durante décadas la evolución del negocio. “Decían hace años que se acababa… y salían nuevas referencias. Pero ahora el desarrollo tecnológico se está comiendo la impresión”. Pone ejemplos: los bancos, que antes consumían cantidades enormes de papel; los almacenes que han automatizado procesos; los ayuntamientos que han pasado a notificaciones electrónicas; las aerolíneas que ya no exigen tarjetas de embarque impresas. “Todo es telemático”, resume.
Y en ese escenario, Roberto ve venir algo todavía más disruptivo: el avance de las impresoras térmicas. “Una impresora térmica no lleva cambios. No lleva tóner. No tiene mantenimiento”, explica mientras señala una impresora de tickets que asegura llevar 20 años imprimiendo sin una sola intervención técnica. “Algo así, pero más potente, pequeño, versátil… eso llegará. Y cuando llegue, se comerá el mercado”.
¿Qué futuro le espera entonces a Eco Navarra?
A diferencia de otros negocios que se resisten a reconocer los cambios, Roberto prefiere afrontarlos con realismo. “Yo veo un futuro muy corto en el tema de la impresión. Unos diez años”, afirma. Pero eso no implica resignación, sino apertura a nuevas vías. En la empresa ya están explorando alternativas, especialmente en el ámbito del software, el mantenimiento especializado y —aunque todavía con cautela— la inteligencia artificial. “Estoy a punto de hacer un curso de IA. A ver qué viene de ahí”, dice.
La experiencia acumulada, el contacto diario con empresas y la capacidad técnica del equipo hacen pensar que la transición, cuando llegue, no será improvisada. Eco Navarra lleva años resolviendo problemas, instalando equipos, asesorando a usuarios sin grandes conocimientos digitales y ofreciendo un soporte cercano que difícilmente pueden replicar las grandes superficies o las plataformas online.
Un trato humano que se nota incluso en los detalles
Roberto cuenta, casi de pasada, que hacen trabajos gratuitos para personas mayores o para quien lo necesita. A veces implica desplazarse; otras, dedicar tiempo a enseñar lo básico de Office o a explicar cómo imprimir un documento o recuperar una contraseña. “No somos grandes informáticos”, admite, “pero trabajamos con un informático y con un electrónico, y hacemos lo que podemos”. Ese “hacer lo que podemos” suele traducirse en un servicio difícil de encontrar en un entorno donde la atención personal se ha vuelto excepcional.
Cuando venden un ordenador nuevo, el equipo sale completamente preparado: Office, antivirus, configuraciones de arranque y puesta a punto. “El cliente llega, abre la caja y funciona. No tiene que volverse loco para ver si va o no va”, dice.
En un mundo de productos precintados, manuales incomprensibles y chats automatizados, ese nivel de proximidad genera fidelidad. Es, quizá, la explicación más clara de cómo Eco Navarra lleva dos décadas donde otros negocios similares han tenido que cerrar o reconvertirse.
Resistir, adaptarse y seguir ofreciendo servicio
Eco Navarra no es solo una tienda: es un punto de apoyo para vecinos, autónomos y empresas. Es uno de esos comercios que forman parte de la vida cotidiana de un barrio y que, a la vez, prestan servicio especializado a medio Navarra. Como dice Roberto, “a hombros” con las empresas, gracias a su respuesta rápida y a su disponibilidad permanente.
El futuro del sector puede ser incierto, pero el presente de Eco Navarra sigue sostenido sobre bases firmes: profesionalidad, honestidad, atención rápida y un conocimiento profundo del cliente. “El que viene aquí sabe que le vamos a ayudar. Y eso, al final, es lo que nos mantiene”, concluye.
Contacto y horario
Eco Navarra
Calle Raimundo Lanas 2, bajo (Rotxapea), Pamplona
Tfno: 948 15 24 94
Móvil de urgencias para clientes (empresas y particulares con servicio técnico)
Web: eco-navarra.es
Horario de tienda:
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Lunes a viernes: 10:00 – 13:30 / 17:00 – 19:30
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Sábados: 10:30 – 13:30
Horario de servicio técnico:
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Atención 24 horas para empresas.






