La muerte del Papa Francisco ha abierto uno de los procesos más enigmáticos y seguidos del planeta: la elección de su sucesor. El Vaticano se prepara para un cónclave que, como manda la tradición, se celebrará en la Capilla Sixtina bajo un secreto absoluto y con la atención de millones de fieles... y de las casas de apuestas, que han convertido la sucesión papal en un fenómeno global de pronóstico y especulación
¿Quién puede ser Papa? Las reglas del cónclave
Cualquier varón católico bautizado puede, en teoría, ser elegido Papa, pero en la práctica, solo los cardenales menores de 80 años participan como electores y candidatos reales. Este cónclave contará con 134 cardenales electores, que serán recluidos en la Capilla Sixtina hasta que, mediante votación secreta y mayoría de dos tercios, elijan al nuevo pontífice. El proceso se desarrolla bajo un aislamiento total: prohibidos los móviles, internet y cualquier contacto con el exterior, bajo pena de excomunión para quien viole el secreto.
Las votaciones pueden prolongarse durante días, con hasta cuatro escrutinios diarios. Si tras 33 o 34 votaciones no hay resultado, se pasa a una segunda vuelta entre los dos más votados, pero siempre manteniendo la exigencia de dos tercios de los votos. El humo blanco anunciará al mundo la elección del nuevo Papa.
Los favoritos: Parolin y Tagle lideran las quinielas
Si hay algo que ha cambiado en este siglo es la irrupción de las casas de apuestas en la sucesión papal. Desde Londres hasta Manila, pasando por Madrid, las cuotas reflejan el pulso de la opinión pública y de los expertos eclesiásticos.
Actualmente, el gran favorito es el italiano Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, con cuotas que oscilan entre 2,5 y 4 euros por cada euro apostado, según la plataforma consultada. Parolin, de 70 años, es visto como un hábil diplomático y continuista, muy cercano al legado de Francisco.
El segundo en las apuestas es el filipino Luis Antonio Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Tagle, de 67 años, es el rostro del catolicismo asiático y representa un perfil pastoral y progresista, con cuotas entre 3 y 4,5 euros. Su elección supondría el primer Papa asiático de la historia.
En un segundo escalón aparecen el ghanés Peter Turkson y el italiano Matteo Zuppi, ambos con cuotas en torno a 8, y el húngaro Péter Erdő, con 9. Otros nombres que suenan, aunque con menos opciones según las apuestas, son Pierbattista Pizzaballa (Patriarca latino de Jerusalén), Robert Sarah (Guinea), Fridolin Ambongo (Congo) y el español Antonio Cañizares, este último con cuotas simbólicas de 101 euros, ya que no participará en el cónclave por motivos de salud.
Candidato | País | Cuota (aprox.) | Perfil destacado |
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Pietro Parolin | Italia | 2,5 - 4 | Diplomático, continuista |
Luis Antonio Tagle | Filipinas | 3 - 4,5 | Pastoral, progresista, Asia |
Peter Turkson | Ghana | 8 | Africano, cercano a Francisco |
Matteo Zuppi | Italia | 8 | Ecuménico, diplomacia de paz |
Péter Erdő | Hungría | 9 | Conservador, Europa del Este |
Pierbattista Pizzaballa | Israel/Italia | 12 | Patriarca de Jerusalén |
Robert Sarah | Guinea | 10 | Tradicionalista |
Antonio Cañizares | España | 101 | No participará |
También se apuesta por el nombre papal
La fiebre por el cónclave llega incluso al nombre que elegirá el futuro Papa. Las casas de apuestas sitúan como favoritos los nombres de los últimos pontífices: Francisco II (cuota 2,5), Benedicto (4), Juan Pablo (6) y León (8).
La historia enseña que el Espíritu Santo y la política vaticana suelen sorprender: Jorge Mario Bergoglio (Francisco) no figuraba entre los favoritos en 2013. Como dice el viejo refrán romano: “Quien entra Papa en el cónclave, sale cardenal”.
Mientras cardenales y fieles se preparan para una de las decisiones más trascendentales de la Iglesia, el mundo asiste, entre la devoción y la curiosidad, a una pugna donde la tradición, la geopolítica y hasta el azar se entrelazan. El humo blanco está a punto de escribir una nueva página en la historia del Vaticano.