Las estafas más tradicionales resisten a la era digital. Prueba de ello es que en los últimos días se han registrado varias denuncias en Huesca y Zaragoza por el conocido timo de la estampita, una modalidad de engaño que, pese a su antigüedad, sigue cobrándose víctimas, especialmente entre personas de edad avanzada.
Según ha informado la Jefatura Superior de Policía en Aragón, se trata de una banda itinerante perfectamente organizada que recorre distintas ciudades para engañar a personas confiadas. El modus operandi es siempre similar: un primer miembro de la banda actúa como señuelo mostrando a la víctima un fajo de billetes —la supuesta “estampita”— que dice no saber administrar. En ese momento aparece un segundo actor, conocido como el gancho, que propone a la víctima aprovechar la oportunidad: “Nos va a proponer poner dinero a partes iguales y luego repartirlo entre los dos”.
El engaño se culmina cuando la víctima, persuadida y confiada, entrega una importante suma de dinero con la promesa de quedarse con parte del botín. Sin embargo, al sacar el dinero del banco y entregarlo, los estafadores desaparecen sin dejar rastro, dejando a la víctima sin sus ahorros.
Las autoridades recuerdan que este tipo de estafa suele tener como objetivo a personas mayores, especialmente vulnerables a la manipulación y la sugestión. “Las estafas llevadas a cabo a través de las nuevas tecnologías no han desbancado del todo a los tradicionales sistemas de engaño”, subrayan desde la Policía, que insta a extremar la precaución.
Desde la Jefatura se hace un llamamiento a familiares y cuidadores para que adviertan a las personas de edad avanzada sobre este tipo de trampas: “Si alguien les ofrece dinero por la calle, probablemente sea para estafarle posteriormente”.
Cualquier intento de estafa o encuentro sospechoso debe denunciarse de inmediato a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para frenar a esta banda antes de que más personas caigan en la trampa de la falsa estampita.
