La ONU ha confirmado por primera vez la existencia de hambruna en Gaza, donde más de 500.000 personas se encuentran atrapadas en condiciones de hambre extrema, miseria y muertes evitables, según el nuevo análisis del Sistema de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC) publicado este viernes.
El informe advierte que la hambruna se extenderá en las próximas semanas desde la Gobernación de Gaza hacia Deir Al Balah y Jan Yunis, agravando una crisis que ya supone la peor degradación registrada desde que se analizan los niveles de inseguridad alimentaria en la Franja.
Llamamiento urgente a un alto el fuego
Las cuatro agencias de Naciones Unidas que firman el análisis —FAO, UNICEF, PMA y OMS— reiteraron la necesidad de un “cese inmediato de las hostilidades” y de un acceso humanitario sin trabas para detener las muertes por hambre y malnutrición.
La FAO alertó de que la población ha “agotado todos los medios de supervivencia”, con cosechas destruidas y sistemas de producción alimentaria colapsados. Su director general, Qu Dongyu, recalcó que “el acceso a la comida no es un privilegio, es un derecho humano básico”.
La directora del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Cindy McCain, recordó que las señales de la hambruna eran “claras desde hace meses” y reclamó un incremento urgente de la ayuda, junto con condiciones seguras y sistemas de distribución fiables.
Por su parte, la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, subrayó que la hambruna ya es una “realidad atroz para los niños en la Gobernación de Gaza” y un riesgo inminente en otras zonas. “Niños demasiado débiles para llorar o comer; bebés que mueren de hambre y enfermedades prevenibles”, enumeró, alertando de que sin un alto el fuego inmediato la mortandad infantil seguirá aumentando.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, calificó de “imperativo moral absoluto” detener la violencia y permitir la entrada masiva de asistencia: “Incluso enfermedades comunes como la diarrea se están volviendo letales en un contexto de desnutrición generalizada”.
Datos alarmantes
El informe revela que:
- Más de 640.000 personas estarán en nivel catastrófico de inseguridad alimentaria (IPC Fase 5) a finales de septiembre.
- Otros 1,14 millones estarán en emergencia (Fase 4) y 396.000 en crisis (Fase 3).
- En julio, 12.000 niños fueron diagnosticados con desnutrición aguda, la cifra mensual más alta jamás registrada en Gaza, con un incremento de seis veces respecto a enero.
- Uno de cada cinco bebés nace ya prematuro o con bajo peso.
- El 98% de las tierras de cultivo están dañadas o inaccesibles.
La crisis no solo responde a la destrucción provocada por la guerra: las agencias señalan restricciones severas al acceso humanitario, desplazamientos masivos, la caída del sistema sanitario y la falta de agua potable y combustible como factores que empujan a la población al hambre.
Una hambruna sin precedentes en Oriente Medio
Es la primera vez que el IPC confirma oficialmente una hambruna en Oriente Medio. Los organismos de la ONU insisten en que detenerla es todavía posible, pero requiere medidas inmediatas: apertura de corredores humanitarios, restauración de los flujos comerciales, rehabilitación del sistema de salud y apoyo a la producción local de alimentos.
“El mundo ha esperado demasiado”, advirtió Tedros. “La hambruna es de origen humano y cada día de retraso significa más muertes evitables”.