España salió a lo grande de uno de los escenarios más exigentes del grupo. El conjunto de Luis de la Fuente goleó sin miramientos a Turquía en el estadio Büyükşehir Belediye de Konya (0-6) y se coloca como líder en solitario de su grupo camino al Mundial de 2026. Y lo hizo con un nombre propio: Mikel Merino, el centrocampista pamplonés que firmó un hat-trick memorable y se erigió en protagonista absoluto de la noche.
La selección empezó con paso firme. Apenas habían transcurrido seis minutos cuando Pedri abrió la lata tras una asistencia de Nico Williams. España dominaba el balón y las ocasiones, mientras la grada turca trataba de empujar a los suyos. Pero el ruido quedó en silencio en el minuto 22: una combinación rápida acabó en los pies de Merino, que ajustó su disparo para firmar el segundo. El navarro repetiría justo antes del descanso, culminando otra acción coral con un cabezazo letal que ponía el 0-3 y enfilaba el camino de la goleada.
Tras el intermedio, Ferran Torres se sumó a la fiesta con el cuarto tanto en el 53. Pero el momento más especial llegaría cuatro minutos más tarde: Merino, en estado de gracia, controló, recortó y lanzó un zurdazo imparable directo a la escuadra. Hat-trick en toda regla para el jugador de Pamplona, que se confirma como una pieza clave en la Selección absoluta y atraviesa el mejor momento de su carrera internacional.
Con el partido decidido, Pedri redondeó su doblete en el 62 y España firmó la media docena en una exhibición de fútbol ofensivo, intensidad y pegada. La segunda parte dejó también los estrenos de Fermín y Jorge de Frutos, que se unieron a una lista cada vez más amplia de jugadores que debutan bajo el mando de Luis de la Fuente.
La victoria no solo refuerza el liderato de España, sino que deja una certeza clara: el grupo está en manos de una generación que no se conforma con competir, sino que quiere arrasar. Y, en Konya, el símbolo de esa ambición tuvo nombre y apellido: Mikel Merino, el pamplonés del hat-trick.
