En la víspera de la Asamblea General de Naciones Unidas y una cumbre de alto nivel sobre el conflicto en Palestina en Nueva York, donde participará el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el Rey Felipe VI (que ofrecerá un discurso en la ONU), países como Reino Unido, Australia, Portugal y Canadá han dado un golpe diplomático al reconocer oficialmente el Estado palestino, una decisión que marca un antes y un después en las relaciones internacionales y la búsqueda de una paz duradera en Oriente Medio.
Fuimos los primeros.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) September 21, 2025
Reino Unido, Canadá y Australia no serán los últimos.
Juntos, por la implementación de dos Estados en los que israelíes y palestinos puedan convivir en paz.
??????????????????
?? ??
Reino Unido: declaración oficial de Starmer
El primer ministro británico, Keir Starmer, ha anunciado que Reino Unido reconoce formalmente el Estado de Palestina. En sus palabras, Starmer enfatizó la urgencia de revivir la esperanza de paz y la solución de dos Estados: "Hoy, para reavivar la esperanza de paz entre palestinos e israelíes, y una solución de dos Estados, el Reino Unido reconoce formalmente el Estado de Palestina. Hamás es una organización terrorista brutal; nuestra apuesta por una solución auténtica de dos Estados no es un premio para su visión de odio". El líder laborista advirtió que la crisis humanitaria en Gaza es "intolerable" y anunció nuevas sanciones a la cúpula de Hamás.
Today, to revive the hope of peace for the Palestinians and Israelis, and a two state solution, the United Kingdom formally recognises the State of Palestine. pic.twitter.com/yrg6Lywc1s
— Keir Starmer (@Keir_Starmer) September 21, 2025
Portugal: decisión alineada con el Derecho Internacional
El ministro de Exteriores portugués, Paulo Rangel, confirmó que la declaración oficial de reconocimiento tendrá lugar en Nueva York, antes de la conferencia de alto nivel en la ONU. El Gobierno luso considera que el reconocimiento de Palestina es “un acto valiente” alineado con el Derecho Internacional y las directrices de la ONU, cuyo objetivo es contribuir a la paz y la seguridad regional mediante la solución de dos Estados, instando además a otros países europeos a sumarse a este paso crucial. El presidente Marcelo Rebelo de Sousa reiteró desde Nueva York el pleno apoyo institucional a la medida.
Canadá: comunicado oficial y presión a Israel
En Canadá, el primer ministro Mark Carney proclamó el reconocimiento de Palestina como "un paso necesario para preservar la solución de dos Estados, dada la insostenible naturaleza de la situación actual". Aunque la ministra de Asuntos Exteriores, Anita Anand, aclaró que la normalización total de relaciones dependerá de reformas democráticas en la Autoridad Palestina, el comunicado subraya la preocupación por la expansión de asentamientos israelíes y la emergencia humanitaria en Gaza. Carney realizó estas declaraciones antes de viajar a Nueva York para reunirse con António Guterres y asistir a la Asamblea General de la ONU.
Australia: coordinado con Reino Unido y Canadá
Por su parte, Australia oficializó su reconocimiento en una coordinación internacional con Reino Unido y Canadá. El primer ministro Anthony Albanese afirmó que Australia reconoce las “legítimas aspiraciones y de larga data del pueblo de Palestina a tener un Estado propio” y reafirmó que Hamás “no debe tener ningún papel” en el futuro político palestino. Albanese también llamó a un plan creíble para la reconstrucción de Gaza y la seguridad de Israel, señalando la importancia de la participación árabe y estadounidense.
Reacciones y contexto internacional
Estas declaraciones se dan en un momento crítico, con la ofensiva israelí sobre Gaza y la exclusión del presidente palestino Mahmoud Abbas de la Asamblea General por la negativa de Estados Unidos de concederle visado. Israel calificó estas acciones como un “premio para Hamás”, mientras otros países europeos, como Francia, se preparan para tomar pasos similares, en una iniciativa que adoptó España en 2024. Este reconocimiento conjunto por parte de estos aliados de Washington representa un claro desafío político y un impulso diplomático para la paz basado en la coexistencia de dos Estados.
Los gobiernos implicados subrayan que su apuesta respalda los derechos legítimos del pueblo palestino y la viabilidad de un Estado junto a Israel, mirando más allá del impacto simbólico y hacia una nueva hoja de ruta para la paz.