La Global Sumud Flotilla, con más de 500 activistas y ayuda humanitaria, está siendo interceptada esta noche por fuerzas israelíes en aguas cercanas a Gaza, tras horas de hostigamiento y crisis diplomática internacional. El Ministerio de Exteriores israelí exige la retirada inmediata, mientras los gobiernos europeos, la ONU y cientos de usuarios que siguen en directo en redes el desenlace.
Intervención israelí y relato de los hechos
La armada israelí ha puesto en marcha la interceptación de la flotilla humanitaria que se dirigía a Gaza, tras atravesar la zona de exclusión marítima impuesta por Tel Aviv desde 2007. Con al menos veinte buques militares implicados, la maniobra ha incluido hostigamiento, el corte de comunicaciones y el uso de drones para intimidar a los activistas. La Coalición de la Flotilla de la Libertad denunció la aproximación de una docena de barcos israelíes y reportó maniobras peligrosas, como la aparición de submarinos y bloqueos a apenas cinco millas náuticas.
Entre los integrantes destacan la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la activista Greta Thunberg, así como políticos europeos y representantes de la sociedad civil internacional. Antes de la interceptación, la flotilla informó que ya había activado protocolos de seguridad y que todos los tripulantes llevaban chalecos salvavidas. Las embarcaciones comenzaron la travesía en Barcelona y afrontaron el último tramo bajo máxima tensión diplomática.
Posición y protocolos del Gobierno de Israel
El Ministerio de Exteriores de Israel, liderado por Gideon Saar, ha reafirmado que la flotilla debía detenerse para evitar la intercepción y la deportación de sus integrantes. El ministro destacó las recomendaciones de España, Italia y Grecia, solicitando prudencia y abstención de avanzar hacia Gaza.
Israel ha preparado un dispositivo especial que incluye 600 agentes de policía, ocho ambulancias y hospitales en alerta máxima, con la previsión de realizar deportaciones el jueves por la noche. Aquellos que rechacen la expulsión afrontarán juicios exprés en la prisión de Ketziot, en el desierto del Néguev, mientras que algunas embarcaciones podrían ser hundidas para evitar su reutilización.
Postura internacional y reacción en redes sociales
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, aseguró que la flotilla “no representa ninguna amenaza para Israel” y pidió salvaguardar la seguridad de los participantes, mientras que la ONU calificó la maniobra israelí como “una violación de la ley marítima internacional”, reclamando protección efectiva de la ayuda humanitaria.
En X (Twitter), activistas de la flotilla están denunciando en tiempo real las maniobras intimidatorias, la ruptura de la señal y el acercamiento milimétrico de las fragatas israelíes. Las reacciones internacionales han sido de indignación, movilización y exigencia de garantías para los derechos humanos.
Perspectivas y lo que está por venir
Los activistas detenidos pueden ser deportados a sus países o juzgados por tribunales israelíes. Los organizadores de la flotilla anuncian que seguirán luchando “por tierra y mar” para que la ayuda llegue a Gaza, mientras la comunidad internacional exige investigaciones y se moviliza para observar el desenlace del asalto.