Red Eléctrica de España (REE), el operador del sistema eléctrico, ha enviado un escrito urgente a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) alertando del riesgo "inminente" de un nuevo apagón o "cero eléctrico" en el sistema peninsular. El aviso se produce tras detectar "variaciones bruscas de la tensión" en la red durante las últimas dos semanas.
La urgencia de la situación ha llevado a REE a solicitar a la CNMC la introducción de modificaciones temporales y "urgentes" en varios procedimientos de operación eléctricos, reduciendo a solo cinco días el plazo de audiencia pública para su aprobación. Las variaciones de tensión registradas, aunque se han mantenido dentro de los márgenes establecidos, tienen el potencial de desestabilizar el sistema, al poder "desencadenar desconexiones de demanda y/o generación".
El Impacto de la Generación Renovable y el Autoconsumo
El operador del sistema relaciona directamente estas variaciones bruscas de tensión con la evolución del sistema eléctrico en los últimos años, un periodo marcado por el crecimiento significativo de instalaciones renovables conectadas mediante electrónica de potencia.
Según el análisis de REE, estas instalaciones, que se concentran en determinados puntos y pueden modificar su potencia en muy pocos segundos, no regulan la tensión de manera continua y son responsables de un incremento en la probabilidad de variaciones de producción.
Otro factor clave es el aumento del autoconsumo en distribución. Esto reduce la demanda neta en transporte, lo que provoca una descarga en las redes y hace que variaciones de potencia activa tengan un impacto mayor en la estabilidad, especialmente en la tensión de la red. REE lamenta no tener "observabilidad" de estas instalaciones de pequeña potencia.
Medidas Urgentes Solicitadas
Para mitigar el riesgo de un evento similar al apagón del 28 de abril, REE solicita medidas que se aplicarían temporalmente (30 días prorrogables). Entre las propuestas, destaca la necesidad de asegurar el respaldo de todos los grupos térmicos disponibles y flexibilizar el proceso de programación para garantizar una solución completa de restricciones técnicas.
Las modificaciones buscan gestionar la programación de generación por falta de reserva para reducir el desequilibrio de energía en tiempo real. Asimismo, se obliga a los grupos programados con este fin a reservar toda su capacidad para ofrecerla en los mercados de balance, con el objetivo de minimizar los saltos en escalón y la necesidad de activación de energías de balance. La velocidad de respuesta de la generación con control continuo de tensión es otro de los puntos críticos que el operador busca mejorar.