El Cementerio Municipal de Pamplona cuenta desde este lunes con un nuevo panteón destinado a albergar los restos de víctimas del franquismo. El espacio ha sido inaugurado este lunes en un acto institucional presidido por el alcalde, Joseba Asiron Sáez, y la vicepresidenta segunda del Gobierno de Navarra y consejera de Memoria y Convivencia, Ana Ollo Hualde.
Durante el acto se han inhumado los restos de 15 personas asesinadas tras 1936, en presencia de representantes de asociaciones memorialistas y familiares, encabezados por Eneko Arteta Oronoz, vicepresidente de AFFNA 36. Este nuevo espacio ha sido posible gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento y el Gobierno de Navarra, que ha aportado 125.000 euros de los 278.106 presupuestados para su construcción.
Asiron ha destacado que la ampliación del panteón «era una deuda moral, una necesidad democrática» no solo con las víctimas, sino también con quienes han mantenido viva su memoria. «No se trata solo de enterrar con dignidad, sino de recuperar con dignidad la historia de estas personas», ha afirmado el alcalde. Por su parte, Ana Ollo ha subrayado el acto como muestra de un «compromiso sólido» con las políticas públicas de memoria y como respuesta a las amenazas autoritarias del presente: «Recuperar la memoria es construir un futuro en paz y convivencia».
El panteón, de titularidad municipal, ocupa 135 metros cuadrados y cuenta con capacidad para 280 cajas —frente a las 60 del anterior, inaugurado en 2013—. Está presidido por un gran monolito rectangular de granito y decorado con poliedros negros incrustados en un jardín. En el acto, el alcalde y la vicepresidenta han depositado sendos centros florales en el nuevo espacio, acompañado por la interpretación musical de Zura Quartet, que ha ofrecido piezas de Albioni y Bach.
Un espacio para la memoria y la dignidad
La creación de este nuevo panteón responde a una histórica demanda del movimiento memorialista y da cumplimiento a lo recogido en la Ley Foral 33/2013, de reconocimiento y reparación moral de las personas navarras víctimas del golpe militar de 1936 y la represión posterior.
El panteón acogerá diferentes tipologías de víctimas: desde restos exhumados no identificados, hasta víctimas identificadas cuyos familiares no han podido hacerse cargo de ellas, ya sea por falta de medios o porque sus restos fueron hallados fuera de Navarra. También se contempla la inhumación de víctimas residentes en Pamplona, siempre conforme a la normativa foral vigente.
El Ayuntamiento prevé que este nuevo panteón sirva como lugar de recogimiento, reparación y justicia para cientos de personas cuyos nombres y vidas fueron silenciados durante décadas.