Navarra ha registrado 87 incendios forestales en la campaña de prevención y extinción de verano, que se extendió del 1 de mayo al 7 de octubre, afectando 784,13 hectáreas. De estas, 554,07 hectáreas corresponden a terrenos forestales y 230,06 a terrenos agrícolas. Este incremento es notable en comparación con las 209 hectáreas afectadas en 2024, aunque se asemeja a las cifras de 2023.
La campaña de 2025 se ha desarrollado en un contexto meteorológico desafiante. Junio fue cálido y seco, julio mantuvo temperaturas habituales pero también seco, agosto experimentó calor extremo y condiciones secas, y septiembre fue más cálido y seco que la media. Estos factores han influido en la cantidad de incendios y su extensión.
Principales incendios y respuesta operativa
Los incendios más significativos ocurrieron en Enériz / Eneritz, Carcastillo y Epároz (Urraúl Alto), afectando 376, 246 y 71 hectáreas, respectivamente. Aunque se activó la situación operativa 2 del plan INFONA en tres ocasiones, no se reportaron daños personales ni evacuaciones. Los incendios se controlaron sin llegar a núcleos urbanos.
Para enfrentar la situación, el Gobierno de Navarra reforzó su operativo de recursos humanos y materiales. Se incorporaron 159 efectivos adicionales, incluyendo peones y conductores, desplegados en varias brigadas y parques. El dispositivo diario contó con 85-90 bomberos, aumentando la capacidad de respuesta ante incendios.
Refuerzo de medios aéreos
Desde el 1 de junio, el Gobierno de Navarra incorporó un tercer helicóptero para reforzar los medios aéreos existentes. Además, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) proporcionó dos helicópteros bombardeos tipo Lima, ubicados en el Aeropuerto de Noáin. Estos helicópteros sustituyeron al avión de extinción de carga en tierra, mejorando la versatilidad en la intervención.
La cifra de hectáreas afectadas en 2025 es considerablemente inferior a la media de los últimos años. Entre 2016 y 2023, la media anual de hectáreas quemadas fue de 2.522. Este dato refleja un esfuerzo significativo en la gestión y control de incendios, aunque las condiciones climáticas continúan representando un desafío constante.
La campaña de 2025 ha demostrado la importancia de contar con recursos adecuados y una planificación eficaz para enfrentar incendios forestales. La colaboración entre diferentes entidades y la incorporación de tecnología han sido clave para mitigar el impacto de los incendios en la región.