La Junta de Gobierno Local ha dado luz verde a un contrato para la erradicación de especies vegetales invasoras en los ríos Arga, Sadar y Elorz, en Pamplona. Se eliminarán 73 ejemplares de seis especies invasoras, buscando preservar la biodiversidad y renaturalizar las orillas. El proyecto, financiado por los fondos Next Generation EU, debe completarse antes de fin de año.
Especies invasoras bajo control en Pamplona
El contrato fue adjudicado a la empresa Pagoa Servicios Medioambientales SL, con un presupuesto de 154.820,71 euros, un 25% por debajo del precio de licitación original de 206.510,70 euros. Los trabajos abarcarán 10.435,50 m² de la franja de inundación de los ríos mencionados, con un periodo de retorno de 100 años. Se eliminarán seis especies invasoras: robinia, ailanto, caña, arbusto de las mariposas, hierba de la Pampa y pataca – tupinambo.
La intervención se desarrollará en dos fases. En la primera, se realizará un control de cada especie invasora mediante métodos físicos o mecánicos, priorizando la eliminación manual. La segunda fase consistirá en la revegetación con especies autóctonas para competir por los recursos con las especies invasoras. Este enfoque busca asegurar que las especies invasoras no retornen a las áreas intervenidas.
Esta iniciativa forma parte de la acción B15 del proyecto RUNA 2025, que ha recibido 2,7 millones de euros en ayudas de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Este proyecto se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea y los fondos Next Generation EU.
El objetivo principal es restaurar el equilibrio ecológico en los entornos fluviales de Pamplona, asegurando que las especies autóctonas puedan prosperar sin la competencia de las invasoras. La eliminación de estas plantas es crucial para mantener la salud de los ecosistemas locales y prevenir futuros problemas ambientales.
El proyecto no solo busca eliminar las especies invasoras, sino también fomentar la regeneración natural de las áreas afectadas. La revegetación con plantas autóctonas es un paso esencial para asegurar que las áreas intervenidas se mantengan saludables a largo plazo. Esto contribuirá a la resiliencia de los ecosistemas locales frente a futuros desafíos ambientales.
La actuación en los ríos Arga, Sadar y Elorz es un ejemplo del compromiso con la conservación de la biodiversidad y la restauración de los ecosistemas naturales. La intervención planificada busca no solo eliminar las amenazas actuales, sino también prevenir futuros problemas al fortalecer la presencia de especies autóctonas en estas áreas.


