Pamplona-Iruña ha oficializado este jueves su candidatura para ser la Capital Española de la Economía Social en 2026, un reconocimiento impulsado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social en colaboración con el propio sector, que busca visibilizar el papel estratégico de este modelo empresarial en el desarrollo sostenible y justo del país.
El acto de presentación ha tenido lugar en el Ayuntamiento de Pamplona y ha contado con la participación del alcalde, Joseba Asiron; la consejera de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo del Gobierno de Navarra, Carmen Maeztu; el presidente de CEPES Navarra, Ignacio Ugalde; y el director general de Promoción Económica, Carlos Andrés Uranga. Todos han coincidido en destacar el amplio consenso institucional que respalda esta iniciativa: Ayuntamiento, Gobierno y Parlamento de Navarra han aprobado declaraciones institucionales a favor de la candidatura, que también cuenta con el apoyo de organizaciones clave del sector como CEPES Navarra o el Consejo Cooperativo de Navarra.
«Pamplona-Iruña personifica como nadie los requisitos para ser Capital Española de la Economía Social», ha afirmado Ignacio Ugalde durante el acto. Para el presidente de CEPES Navarra, este modelo económico —basado en la solidaridad, la participación democrática, la inclusión y el compromiso con el territorio— no es solo deseable, sino necesario: «La empresa del futuro ya existe, y es cooperativa; hoy añadimos algo más: la ciudad del futuro también existe, y se llama Pamplona-Iruña».
La economía social tiene un peso real y creciente en Navarra, generando más de 28.000 empleos directos —el 80 % de ellos indefinidos— y representando un 12 % del PIB navarro, con una facturación superior a los 2.700 millones de euros. Este modelo agrupa a cooperativas, sociedades laborales, empresas de inserción, centros especiales de empleo, fundaciones y entidades de economía solidaria, estructuradas en torno a CEPES Navarra, que representa a más de 800 organizaciones.
Un modelo con historia y futuro
Pamplona no parte de cero. La ciudad cuenta con una sólida trayectoria en economía social, visible en su red de cooperativas de vivienda, el impulso de comunidades energéticas, experiencias como Geltoki, o el auzolan, esa forma de trabajo comunitario que forma parte de la identidad local. “Pamplona es un enclave estratégico en el ámbito de la economía social, con un tejido empresarial consolidado y una ciudadanía comprometida”, ha subrayado el alcalde Asiron.
Desde el Gobierno de Navarra, la consejera Maeztu ha recordado que la comunidad foral “lidera desde 2018 la plataforma europea Economía Social” y ha destacado la reciente aprobación del III Plan Integral de Economía Social 2025-2028, que contará con más de 37 millones de euros de presupuesto. Ser capital nacional en 2026 “sería un reconocimiento al compromiso que Navarra mantiene con un modelo económico que sitúa a las personas en el centro”.
Mucho más que un título simbólico
La candidatura no se limita a una distinción simbólica. El Ayuntamiento y el Gobierno de Navarra han preparado un ambicioso programa de más de 60 actividades para 2026, con un presupuesto estimado de 450.000 euros, de los que 325.000 se dedicarán a nuevas iniciativas impulsadas conjuntamente por las instituciones, el sector y el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Las acciones se articularán en torno a cinco ejes: concienciación ciudadana, estructuración del sector, formación y talento, emprendimiento y empleo, y proyección exterior. Están previstas jornadas de sensibilización, encuentros universitarios, cursos de verano, una marcha cicloturista, ciclos de cine y economía social, el Día Internacional de las Cooperativas, y la firma de un Pacto Local por la Economía Social.
“No queremos una capitalidad escaparate, sino un laboratorio de transformación real”, ha afirmado Ugalde. En definitiva, una ciudad que no solo mira al futuro, sino que ya lo está construyendo. “Una ciudad valiente, honesta y solidaria, donde las cosas importantes siguen ocurriendo a escala humana”, ha concluido.
La resolución del Ministerio se conocerá en septiembre. Pamplona-Iruña, con el respaldo unánime de sus instituciones y una sociedad comprometida, espera ahora el veredicto.
