La vocación científica tiene nombre propio en Navarra y, en esta ocasión, lo han puesto en alto dos proyectos escolares que han conquistado al jurado del concurso “Yo quiero ser científica”, organizado por la Universidad Pública de Navarra (UPNA). La clase de 2º de Primaria del Colegio Público El Lago de Mendillorri, con el trabajo Yo quiero ser NEUROcientífica, y la alumna Nahia Gironés Orduña, de 5º de Primaria del Colegio La Compasión Escolapios, con un vídeo musical sobre la pionera Margareth Hamilton, se han alzado con los primeros premios en las categorías de primer y segundo ciclo y tercer ciclo de Educación Primaria, respectivamente.
El certamen, que busca fomentar vocaciones científicas en edades tempranas, ha contado con una participación destacada y ha reconocido también con accésits a varios centros. En la categoría de 1º y 2º de Primaria, los accésits han sido para la clase de 2º del C.P. Santa Ana de Buñuel por la Entrevista a Valentina Tereshkova, y para June Garaioa Agirre, del C.P. Irulegi de Mutilva, por 4Científicas.
En el tercer ciclo de Primaria, los accésits han recaído en el trabajo conjunto Quiero ser científica de Inés Cobos Moure y Marina Monreal Armendáriz (6º del C.P. Camino de Santiago, Zizur Mayor), y en el Podcast Somos Científicas de toda la clase de 6º del C.P. San Babil de Ablitas.
Además, fuera de concurso, fueron reconocidos cinco alumnos del Colegio Jesuitinas por su participación.
Premios y ciencia en acción
Los primeros premios han sido reconocidos con juguetes tecnológicos, mientras que el resto de galardones han recibido material promocional tanto de la UPNA como del proyecto Yo quiero ser científica. Además, los centros educativos cuyos estudiantes han resultado premiados han recibido lotes de libros, y las clases ganadoras han podido participar en una jornada científica celebrada en el edificio El Sario de la UPNA, donde 150 escolares disfrutaron de talleres experimentales.
La actividad principal fue un taller de coche eólico, adaptado a dos niveles según la edad del alumnado. Los participantes construyeron vehículos impulsados por hélices conectadas a un circuito eléctrico, un ejercicio que aunó creatividad, trabajo en equipo y descubrimiento científico.
La iniciativa, que crece año tras año, muestra el compromiso de la universidad navarra con la divulgación científica desde las etapas más tempranas y lanza un mensaje claro: la ciencia también se escribe en femenino, y empieza en las aulas de Primaria.