El consejero de Salud, Fernando Domínguez, ha anunciado este miércoles que el Servicio Navarro de Salud–Osasunbidea (SNS-O) comenzará a contabilizar la lista de espera de primeras consultas siguiendo los mismos criterios que el resto de comunidades autónomas, tal y como establece el Ministerio de Sanidad. A partir de julio, Navarra enviará al Sistema Nacional de Salud únicamente los datos relativos a la llamada lista de espera estructural, es decir, aquella compuesta por pacientes cuya demora es atribuible al propio sistema sanitario.
Tal como ha aclarado el consejero Domínguez, que ha querido adelantarse a las críticas, no se trata de "maquillar datos" y asegura que “esto no va a suponer que de repente haya una bajada en las cifras de las listas de espera”. Según ha explicado, actualmente se está trabajando de forma progresiva en los diferentes procesos para conocer con exactitud la situación de cada paciente, revisando caso por caso para determinar si corresponde a la lista estructural o a la no estructural.
El objetivo, ha afirmado, es reflejar una imagen real y comparable del estado de la espera asistencial en Navarra con el resto del Estado, sin dejar de lado la garantía de atención a la ciudadanía.La decisión se enmarca dentro del trabajo impulsado desde abril de 2024 por el Grupo de Trabajo de Listas de Espera del Consejo Interterritorial, que persigue homogeneizar la gestión y el tratamiento de estos datos entre comunidades. Hasta ahora, Navarra remitía sus cifras de primeras consultas en términos globales, sin distinguir entre demoras atribuibles al sistema y aquellas provocadas por razones ajenas, como la voluntad del paciente o una cita establecida por el médico para una fecha futura. A partir de ahora, en cambio, solo se contabilizarán los pacientes en espera por motivos estructurales, como ya se hace en el caso de la lista de espera quirúrgica.
La medida responde a la necesidad de adaptar la información enviada al SISLE (Sistema de Información sobre Listas de Espera en el Sistema Nacional de Salud), publicado dos veces al año. En este sentido, el Real Decreto 605/2003 recoge que la lista estructural debe incluir a quienes aguardan una consulta o prueba diagnóstica y cuya espera se debe a la organización y los recursos del sistema. En cambio, quedan fuera los pacientes que han elegido voluntariamente retrasar la cita o aquellos cuya fecha fue solicitada de forma específica por el profesional sanitario.
De este modo, los informes que el SNS-O publica mensualmente sobre las listas de espera incluirán a partir de ahora únicamente los datos de la lista estructural de primeras consultas, en línea con los criterios establecidos para la espera quirúrgica y con el resto de comunidades autónomas. Esta adecuación permitirá mejorar la transparencia, la comparación entre territorios y la eficacia en la gestión de los recursos sanitarios.