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Carlos Alcaraz conquista Roland Garros en la final más larga de la historia: una remontada para la eternidad

El murciano revalida su título en la Philippe Chatrier tras una remontada épica ante el número uno del mundo, Jannik Sinner

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  • El murciano, tras vencer en el épico partido en Paris -

Carlos Alcaraz ha escrito este domingo una de las páginas más gloriosas del tenis mundial al proclamarse campeón de Roland Garros tras vencer en la final más larga jamás disputada en el torneo parisino. El murciano, con solo 22 años, revalidó su título en la Philippe Chatrier tras una remontada épica ante el número uno del mundo, Jannik Sinner, en un duelo que se extendió durante cinco horas y veintinueve minutos, superando ampliamente el anterior récord de duración establecido en 1982.

Un partido de leyenda

El marcador final (4-6, 6-7(4), 6-4, 7-6(3), 7-6(2)) refleja la magnitud de la batalla. Sinner, implacable durante todo el torneo y sin ceder un solo set hasta la final, se adelantó con autoridad y llegó a disponer de tres bolas de partido en el cuarto set. Pero Alcaraz, fiel a su espíritu indomable, resistió en los momentos más críticos, salvó todas las oportunidades de su rival y forzó el quinto set tras un tie-break memorable.

El desenlace fue tan dramático como histórico: tras un intercambio de roturas y una tensión máxima, el título se decidió en un super tie-break, el primero en la historia de una final de Roland Garros. Allí, Alcaraz desplegó su mejor tenis, dominando a Sinner con una derecha letal y una sangre fría digna de los más grandes, para cerrar el partido y levantar su segunda Copa de los Mosqueteros.

Un campeón que desafía la historia

Con este triunfo, Alcaraz suma ya cinco títulos de Grand Slam, consolidando un palmarés meteórico y reafirmando su condición de heredero natural de los grandes mitos del tenis español. Su victoria no solo le permite igualar gestas históricas —como la de Gaudio en 2004 y Djokovic en 2019, campeones tras salvar bolas de partido—, sino que también lo sitúa como una figura central de la nueva era del tenis, en una rivalidad con Sinner que promete marcar época.

La final de 2025 será recordada no solo por su duración, sino por la calidad, la emoción y la resiliencia de dos jóvenes llamados a dominar el circuito. Alcaraz, tras levantar tres puntos de partido y remontar dos sets en contra, ha demostrado que su mentalidad y talento lo sitúan ya en la élite absoluta del deporte mundial.

El trono de París sigue en manos españolas, y la leyenda de Carlos Alcaraz no ha hecho más que empezar.

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