En un contexto climático cada vez más extremo en el que contamos con veranos que baten récords de temperatura año tras año, los sistemas de climatización se han convertido en aliados imprescindibles para garantizar el confort en nuestros hogares. Especialmente, el aire acondicionado ha dejado de ser un lujo puntual para convertirse en una herramienta fundamental que nos permite disfrutar de un ambiente agradable durante todo el día y descansar bien por las noches.
Gracias a la tecnología actual, estos equipos están equipados con bombas de calor reversibles que no solo proporcionan refrigeración en verano, sino que también permiten calefaccionar los espacios durante los meses más fríos del invierno. Es decir, hablamos de dispositivos que trabajan tanto en invierno como en verano, y precisamente por eso, requieren un mantenimiento adecuado para poder garantizar un correcto funcionamiento.
Ahora bien, ¿cada cuánto tiempo hay que revisar estos sistemas? ¿Qué implica realmente su mantenimiento y qué consecuencias puede tener si lo descuidamos? A continuación, y con la ayuda de los expertos de TSCLIMA —empresa especializada en la instalación, reparación y mantenimiento de aire acondicionado en Valencia— vamos a resolver estas y otras cuestiones fundamentales que nos pueden ayudar a prolongar la vida útil de estos equipos y optimizar su rendimiento.
¿Por qué se requiere el mantenimiento del aire acondicionado?
Cuando hablamos de mantenimiento del aire acondicionado, no lo debemos hacer sólo desde una perspectiva técnica, sino también económica y, por supuesto, sanitaria. “Un sistema de climatización bien mantenido no solo funciona mejor, sino que consume menos energía y mejora la calidad del aire que respiramos en casa o en la oficina” —explican los expertos de TSCLIMA—.
El mantenimiento adecuado permite garantizar una mayor eficiencia energética durante su uso. Un equipo sucio o mal ajustado puede consumir mucha más electricidad de la necesaria, reduciendo el rendimiento del sistema e incrementando el coste de la factura de la luz sin que el usuario sea plenamente consciente. “Es como si a tu coche no le hicieras nunca una revisión. Puede que funcione, pero no lo hará igual, y antes o después, dará problemas” —añaden desde TSCLIMA—.
Además del consumo, otro aspecto clave es la salud. Los sistemas de aire acondicionado mal mantenidos pueden acumular bacterias, hongos y alérgenos que circulan por el ambiente y pueden afectar especialmente a personas con alergias, asma o sensibilidad respiratoria. Por no hablar del mayor riesgo de averías en el sistema. Es decir, que, por ejemplo, un simple problema que podría haberse resuelto con una revisión preventiva puede derivar en una reparación costosa o incluso en la necesidad de sustituir todo el equipo. Por todo ello, el mantenimiento de los sistemas de aire acondicionado es muy importante.
¿Qué elementos del aire acondicionado requieren mantenimiento?
Los sistemas de aire acondicionado están compuestos por distintos elementos que necesitan atención periódica. A continuación, vamos a tratar de repasar algunos de los principales. No obstante, ten en cuenta que pueden existir otros y que, por ello, es necesario contar con la ayuda de un profesional especializado en el mantenimiento de los sistemas de aire acondicionado.
Los filtros de aire
Son los elementos encargados de retener el polvo, la suciedad y otras partículas presentes en el aire. Si no se limpian con regularidad, se pueden obstruir y obligar al equipo a trabajar con mayor esfuerzo, reduciendo, así, su eficiencia. “Los filtros deben limpiarse al menos una vez al mes durante la temporada de uso. Si están dañados, lo mejor es sustituirlos” —indican desde TSCLIMA—. Para una limpieza básica, basta con agua tibia y jabón suave, dejándolos secar bien antes de volver a colocarlos en su sitio.
Las bobinas del evaporador y del condensador
Ambas bobinas cumplen un papel esencial en la transferencia de calor o de frío Con el tiempo, la suciedad y el polvo se van acumulando en sus superficies, lo que puede ir reduciendo su capacidad de enfriamiento o calefacción. Una limpieza superficial puede hacerse con un cepillo suave, pero si el nivel de suciedad es alto, conviene que un técnico especializado se encargue. “Una bobina sucia obliga al compresor a trabajar más de lo necesario, lo que, a la larga, puede reducir la vida útil del equipo” —añaden los técnicos de TSCLIMA—.
Nivel de gas refrigerante
El gas refrigerante es el elemento responsable de absorber y liberar el calor en el circuito del aire acondicionado. Si hay una fuga, el sistema va perdiendo eficiencia y cada vez le cuesta más alcanzar la temperatura deseada. “Detectar una pérdida de gas requiere instrumental técnico y experiencia. Por eso, si notas que tu equipo no enfría como antes, conviene llamar a un profesional para proporcionar el mantenimiento adecuado al sistema” —explican desde TSCLIMA—
Bandeja y conducto de drenaje
Durante el funcionamiento del sistema, se produce condensación de humedad que se recoge en una bandeja y se canaliza a través de un drenaje. Si esta zona no se limpia, puede generar encharcamientos, malos olores o incluso pueden empezar a proliferar bacterias. “Un mantenimiento preventivo evita la acumulación de agua estancada, que es el entorno perfecto para hongos y moho” —detallan los expertos de TSCLIMA—.
Conductos de aire (en sistemas por conductos)
En instalaciones centralizadas por conductos, estos conductos pueden ir acumulando polvo y otros residuos con el tiempo. “Una limpieza profesional cada dos o tres años es clave para asegurar un aire limpio y una buena circulación” —recomiendan desde TSCLIMA—. Si el aire sale con menos presión o notas un olor extraño al encender el sistema, puede que sea momento de realizar una revisión de sus conductos.
La unidad exterior
La unidad exterior está constantemente expuesta al polvo, hojas, insectos y todo tipo de residuos del entorno. Si no se limpia, la entrada de aire se puede ver comprometida y el equipo puede sobrecalentarse. “Una inspección visual cada pocos meses y una limpieza a fondo antes del verano son acciones más que recomendables en estos casos” —concluyen desde TSCLIMA—.
¿Cada cuánto tiempo es recomendable realizar el mantenimiento?>
A pesar de que cada instalación y tipo de uso es distinto, hay algunas pautas generales. Para sistemas domésticos, se recomienda realizar una limpieza de filtros una vez al mes en temporada alta y una revisión técnica anual antes del verano. En oficinas o comercios donde el uso es más intensivo, lo ideal es realizar un par de revisiones de mantenimiento al año: una antes del verano y otra antes del invierno.
El resto de componentes —las bobinas, la unidad exterior, la bandeja de drenaje y el nivel de gas— deben ser revisados al menos una vez al año por técnicos cualificados. En los sistemas por conductos, la limpieza profesional de los conductos debería realizarse, como mínimo, cada dos o tres años.
Porque, al final, un buen mantenimiento no sólo ayuda a prolongar la vida útil del aire acondicionado, sino que también cuida de tu salud y reduce el consumo energético de tu equipo. Como en muchas otras situaciones que nos encontramos a lo largo de la vida, lo importante es no esperar a que aparezca el problema para empezar a actuar y buscar soluciones efectivas.