El Ayuntamiento de Donostia ha presentado los primeros datos sobre la calidad del aire tras la implementación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que entró en vigor el 14 de marzo de 2025. Los resultados provisionales confirman una significativa reducción en los niveles de dióxido de nitrógeno (NO₂), un contaminante directamente relacionado con el tráfico rodado.
Según los análisis del Departamento de Salud Ambiental y Sostenibilidad, los datos recogidos en la estación oficial de monitorización de Easo, ubicada dentro del perímetro de la ZBE, reflejan una reducción de 3,93 µg/m³ de NO₂ respecto a 2024, lo que supone una disminución del 19%. Si se compara con la media de los años 2021 a 2024, la reducción alcanza el 31%. Además, en lo que va de 2025, no se ha superado el límite diario de 50 µg/m³ de NO₂, a diferencia de años anteriores.
Iñigo García Villanueva, concejal de Diversidad, Inclusión y Medio Ambiente, ha calificado el balance como "muy positivo", señalando que la ZBE está cumpliendo su objetivo de reducir un contaminante perjudicial para la salud. El concejal también ha destacado que, a pesar de las fluctuaciones estacionales en los niveles de contaminación, los datos preliminares demuestran que la ciudad avanza en la dirección correcta.
El departamento ha aclarado que estos resultados son provisionales, ya que factores como las condiciones meteorológicas influyen en la dispersión de contaminantes. Se espera que, con la llegada del otoño y el invierno, los datos sigan mejorando y se pueda obtener una serie comparativa más robusta para evaluar el impacto estructural de la ZBE a largo plazo.